El mal aliento es causado por bacterias que producen mal olor. Estas bacterias se refugian mayoritariamente en el lado superior de la lengua, por lo que es muy importante que, además de cepillarnos los dientes, tengamos el hábito de cepillar la lengua.

La mejor manera de limpiar la lengua no es utilizando el propio cepillo de dientes, sino un limpiador lingual, porque ayuda a eliminar más cantidad de bacterias, llegando a las zonas más lejanas de la lengua y es más preciso que los filamentos de un cepillo y más higiénico. Su uso, debería ser al menos por las mañanas al levantarse, ya que se depositan restos y bacterias en el dorso de la lengua durante la noche al no generar tanta saliva.
Utilizarlo de manera continuada previene, en consecuencia, el mal aliento.

Es recomendable utilizar un limpiador lingual cuyo tamaño y forma se ajuste a tus necesidades. Después de cada cepillado, debes raspar la lengua suavemente mediante movimientos de dentro hacia afuera, repite esta acción varias veces y enjuaga el raspador tras cada pasada.

Ciertos alimentos, especialmente el ajo y las cebollas, que contienen aceites intensos, pueden contribuir al mal aliento porque los aceites son llevados a los pulmones y luego hacia afuera por la boca. Fumar también es una causa importante del mal aliento.
En casos más graves, puede significar un problema de salud bucal más profundo o un problema médico grave. Por lo que si sufres de mal aliento, no dudes en ponerte en contacto con Centro Odontológico Molina de Segura
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