Un diente descalcificado es un diente que ha perdido minerales (calcio y fosfato fundamentalmente). De ésta manera, miles de agujeros microscópicos pueden aparecer en la pieza dental haciendo que cobre un aspecto calcáreo, como un punto blanco (o negro si ya se ha producido la caries).
Un diente descalcificado, además de padecer de una disminución en su estética, es un diente que se vuelve más sensible y más propenso a padecer caries.
Las causas fundamentales por las que un diente puede padecer de descalcificación son:
- Por consumo continuo de bebidas azucaradas, zumos de frutas o alimentos muy ácidos, ya que resultan muy perjudiciales para el equilibrio del ácido oral. Y éste desequilibrio propicia que los dientes pierdan minerales.
- Otro de los motivos de la falta de minerales en los dientes es la presencia de placa bacteriana (sarro), la cual viene provocada, en la mayoría de las ocasiones, por una incorrecta higiene bucal, que comienza normalmente por un mal cepillado. Mantener unos buenos hábitos de limpieza en la cavidad oral son claves para evitar la temida descalcificación.
- Por padecer de reflujo.
- Por deficiencia nutricional.
Si crees que tus dientes pueden sufrir de descalcificación no dudes en ponerte en contacto con tu dentista de confianza.
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